Gracias a los ex...

Que a veces nos dan tanto... sobre todo cuando se superan las diferencias, aparece la suma. Suman, claro, suman si nos dan frases de esas que nos quedan haciendo tilín por un buen tiempo sumergiendo nuestras pestañas en una reflexión sanadora.

A uno de esos Misters, y gracias a que la cada vez más sabia Perla me lo comentó me dejo llevar por música y por sus filosofía de ex amante.

"Ni contigo, ni sin ti"

Ese momento en que no se sabe si el fin es la solución adecuada o si más vale continuar. Sepan que hay otro derrotero luego de una relación y es la amistad, pero que nunca deja de tener un toque de intimidad, a veces seducción, a veces hastío...

Contigo no se puede. Sin ti, tampoco. Y entonces se empiezan a labrar posibilidades: cama afuera, semi cama adentro, abrir pareja, incluir a otros. Cenas de seducción como en los primeros momentos, regalos, llamadas, velas, ropa erótica, en bolas. Hay mucho y uno intenta.

Cuando llega el "contigo se puede", se reedita. Como si fuera la peli "Volver al futuro" que hay no se cuantas, o como "Pesadilla" que está la uno, la dos, la cuarenta y cinco. Igual, no siempre se puede... Hay mujeres, y hombres que tienen claro que el corte es para nunca más volver. Pero cada día más, creo, como todos los límites se vuelven cada vez más borrosos de cuando se empieza, también entran en esa naturaleza cuando se terminan. En nuestra adolescencia estaba el "¿Querés salir conmigo?" y ahí se empezaba a dibujar en la agenda el paso de tiempo. Hoy por hoy, nunca se sabe cuando. Ni hablar del maravilloso estilo "desaparezco para hacerme el/la interesante", método utilizado por much@s que te dicen: "te llamo". Esperá tranquila y relajada o mejor dicho, ponéte a otro tema porque es probable que nunca más. Esto se multiplica según la cantidad de vías de comunicación que haya: facebook, messenger, google talk, sms, paloma, humo, tambores...

Este sabio ex, tambíen nos dejó otra gran frase:

Podés evitar que el pájaro haga nido en tu cabeza, pero nunca que te revolotee

Maravillosa forma de sintetizar la psicología masculina. A ver hombres nuestros: si la cosa no va, no va. Porque sino terminamos como el perro del Hortelano: "no comen ni dejan comer". El revolotear de ciertos hombres, con esa trayectoria simil mosca es insoportable. Claro que algunos son pilotos caza y en realidad la van de avispas y cada vez que se acercan pican, y eso arde, por dentro hasta el infinito.

Al parecer señoras, hemos sabido mutuamente despistarnos. Creo que en varios posts termino siendo muy recursiva pero ayer en una charla, comenté lo que a muchas nos atrae de los hombres: la otredad. Tanto es de desconocido para nosotros ese mundo masculino, sus estilos y formas que yo lo describí como "un tupper hermético que me llama la atención, y es misterioso". Tenía que ser de la marca Tupperware ja!. Para mi sorpresa mi interlocutor me dijo que es así como también nos ven a nosotras. Y nosotras estábamos descriptas en dos tipos -seguro que tendrá muchos tipos más pero me gustó esto concretamente- las simples y las que son simples porque atravesar la complejidad.

O sea, somos dos tuppers herméticos que chocamos en nuestros ángulos.

Nunca fuimos complementarios

Esta frase fue tirada al ruedo por un ex. Parece simple pero, claramente es que nunca entendió nada. Ser complementario es que por algún lado se encaja. Como objetos que encajan, como el capuchón a la lapicera, como la llave a la cerradura. Eso es perfecto y útil porque encaja en un mundo de utilidades. Yo, y esto es más que personal y subjetivo, no quiero ser complementaria. Quizás prefiero ser suplementaria desde la ley incluso de los ángulos por respetar un poco la lógica Tupperware. Pero no por suplir, sino por agregar algo. Somos lo que somos podemos agregar, sumar, contribuir, compartir, com-pasionarnos o lo que es lo mismo llenarnos de pasión mutuamente.

Intuyo que en buena medida, los ex contribuyen si sabemos escucharlos, si escuchar siempre y aún más, que la cosa está difícil pero como dice el famoso refrán de a pie "siempre hay un roto para un descosido". Y no se sientan mal si miran al cielo a ver si aparece la flecha divina y señala a un transeúnte en Hawai, Nepal o en Villa Crespo, por algo me duele tanto el cuello. Alguien habrá que nos deje tanta sabiduría aunque sea, después de haberlo intentado.

Y como sigo siendo una vj, frustrada, les dejo a dos grandes: Chavela a la voz y la Frida en imagen, recordando el mito inicial de la imagen y sonido.