viernes, 13 de agosto de 2010

Marcianos...de Marte, toda la semana.



Lo pensé varias veces, le di mil vueltas, quise creer otra cosa, hasta que di en el centro, estoy en condiciones de afirmarlo contundentemente.
Chartearon un vuelo de Marte, si si, Marte: el planeta, viste?

No puedo precisar tiempos, pero creo que en un periodo de 2 meses comenzaron a llegar a la tierra.
Aquellos abducidos, aquellos viajeros incansables que siempre tienen una guia de Lonely Planet en el bolsillo porque están organizando el próximo destino. Hablo Señoras y Señores de los astronautas.

Adivino que el pasaje estaba en un muy buen precio, porque como dije antes, todos llegaron en el mismo vuelo.
Retomando la idea del tiempo que "ellos" manejan, cuando efectúan el primer contacto, parece que hubiera sido ayer el día en el que se embarcaron.
Es así, como si nada, te llaman y vuelven a buscarte. Todos el mismo modus operandi. Todos clonados. Todos igual.
Y entonces, vos que no entendés nada, caes en la trampa y en lugar de ubicarlos, sintonizas su misma frecuencia y accedes.

A veces creo que nos movemos en círculos, que van girando como una calesita y cuando se acaba la vuelta te puede volver a tocar el mismo. Sacas la sortija.
Nosotras seguimos girando, ellos también.
Queremos creer que algo cambio, pero las 2das partes casi siempre son peores que las primeras.
Y así nomás, como unos vuelven, otros vuelven a irse, casi siempre sin despedirse.
Otra vez sopa.
Somos tan inolvidables como para que vuelvan?
Están tan acostumbrados a que les digamos que si y por eso vuelven?
Es que acaso no podemos "soltarlos" definitivamente?
Son películas que ya vimos en cine, en DVD y sin embargo cuando las pasan por la tele, volvemos a verlas.
Debería preguntarles que es lo que creen que les da derecho a volver a presentarse sin dar ninguna explicación.
Debería llorar porque veo la vaca y me queme con su leche.
Debería dejarlos ir y apagar todos los recuerdos
Debería hacerme fuerte y aprender a decir no, a pensar mas en mi y no en el otro.

Si son astronautas, deberían volver a Marte, en en planeta tierra no tienen nada para hacer.

viernes, 6 de agosto de 2010

Manual de vuelo


No se gana para sustos!!! No se gana para psicóloga..que por cierto tengo que pagar la mía. NO se gana para sorpresas, que resaltan e irrumpen aún con más sorpresa y somos presas de la falta la carencia, claramente inducida por nosotras mismas y nuestras antecesoras, de lógica y porqué no, de creatividad.

Pasan los días y nos dejamos someter a preguntas que van desde, cuando es tu cumpleaños, hasta ¿preferís hombres que vayan más a la acción no?... Pasando por arranques de manipulación de alto grado, o los "qué piensas de..."

Me he dado cuenta y he tardado, que necesitan un manual de vuelo. Perla dice que son todos astronautas, que viajan a otros sistemas evidentemente porque aparecen años después o des-aparecen.

Un Manual de Vuelo, que se precie, no garantiza que pueda devenir un choque. Que se estalle en el aire, o que directamente no despegue. Lo advertí, pero no sé.

"Las mujeres seleccionan, los hombres eligen". Qué máxima!! pero así lo piensan y a ellos y sus intentos de trascender sus propios límites intento tomarlos con respeto. El hombre, según sí mismo, elige. Va atrás de la presa cuan intento de Cainita, atrás, atrás...atrás. Siempre atrás. De una, según lo que expresan pero se puede multiplicar porque sabemos que están los que son tan amplios, tan plenos y están tan llenos de dar que tienen Plan A, B, C y T -de Tita, ya lo he vivido.

La mujer según este hombre "selecciona" a todos esos machos cabríos que se empapan de nuestras feromonas, o sea estamos de casting permanente.

Qué bonito!! qué desajuste!. Porque nosotras y según nuestro propio sistema de estadísticas y datos, nos parece que ya ni estamos de casting ni de nada.

Alguna vez dejaremos de ser nocivas/ temerarias/transparentes?

Porque la cacería no da con nosotras, no somos presa para estos buenos cazadores-astronautas-Chinos, que vuelan a otras galaxias cuando no saben qué hacer.

Parecemos esfinges que al volvernos y mirarlos a los ojos, los deshacemos. Maldita fuerza que no entendemos, fuerza de esencia, fuerza que nos corre por la médula... Fuerza de vida. Los deshacemos cuando lo que queremos es todo lo contrario y no Pigmaliones made in China que a la tercera vez empiezan a fallar sus lucesitas y de nuevo a empezar. Somos nosotras esfinges? Son ellos con alas de cera no apta para alturas.

Recuerdo a Girondo:
"¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!"


Por esos Princesitos azules, a volar no teman alturas ni a Esfinges ya que somos leonas, somos animales, pero somos mujeres!!!

Ven amigas: este blog no es para nosotras, si no es para ellos, para que construyan su propio Manualito de Vuelo, quizás reparemos la brecha que está distorsionando la sintonía que puede sonar como Skunk Anansie -videito de Dj Dalebolo-

Principitos: a volar que la falta de oxígeno provoca colocón y el colocón es erotismo es el fascinum que produce el arrebato, como el olor a hombre y nuestro olor, que produce el encantamiento, el sortilegio.

Las dejo con Julius Evola, que en su Metafísica del Sexo apunta:
"Los propios casos de deseo brutal e inmediato
por la mujer debemos considerarlos en función de una especie de
cortocircuito y de "caída de corriente" de esa relación fluídica no
material, en ausencia de la cual también se encuentra ausente todo
arrebato de un sexo hacia el otro, desde las formas más toscas hasta
las formas más sublimes y espiritualizadas de ese arrebato. Y puesto
que se habla corrientemente, todavía en nuestros días, del encantao
de una mujer, hay que recordar que el uso de este término remite, sin
darse cuenta exactamente, a la dimensión mágica del amor: fascinum,
ese fue precisamente el término técnico empleado en la Antigüedad
para designar una especie de encantamiento o sortilegio"


Porque amigas, no hay nada nuevo bajo el sol y yo sólo repito lo que escucho por ahí soy trovadora de nuestras realidades. Nada más.