jueves, 18 de noviembre de 2010

Encuentros express

o encuentros...

Muchas veces Perla y yo hablamos sobre las dificultades en encontrar a alguien que se comparta, que acompañe, que nos comparta y que se deje acompañar.

Es tan difícil que parece que se rompe con el arquetipo/modelos o cuentos que nos han transmitido de pequeñas o ya de grandes, o peor aún, con nuestra propia ilusión. Una ilusión que ha recorrido y visto, porque a veces es más importante estar atento al entorno que vivir y experimentar. En mi caso me serví un mixto: vi y viví.

Un motivo, generacional, es la entrada como tsunami en nuestras vidas de métodos electrónicos: SMS, em@ils, Facebook, skype, MSN, gtalk etc etc etc.

Perla me decía: "Como nos "pega" a los que tenemos casi 40 (seamos realistas, estamos mas cerca de los 40 que de los 30)
Nosotras que nacimos en la era de la carta, que escribíamos y dibujabamos en las agendas, que guardabamos servilletas, rosas en libros, entradas de recitales, papeles de chocolates aplanados y sin arrugas, que coleccionabamos e intercambiabamos figuritas y papeles de carta. Ahora nos vemos con todo esto en las manos y no sabemos bien que hacer.
A nosotras nos acerco -se refiere a nuestra relación de amigas amenizada por un océano de por medio- , nos volvimos a conocer a traves del facebook y seguimos por messenger y mail hasta el skype los sabados o domingos a la mañana. Nos pusimos al tanto de nuestras vidas, la de nuestras familias, la de nuestras amistades, nuestros amores y tantos desamores."

Y es verdad, esto nos ha pasado a varias que echamos mano de MEDIOS, medios de comunicación para acercarse, para "estar" a veces a pesar de las distancias. De algo de esto sé, van casi 11 años fuera de Argieland y la verdad que he utilizado y bajado programas para llamar gratis, para usar la cámara ... en fin.

Lo dicho por mi Amiga -nótese la mayúscula- Perla, no tiene desperdicio porque no hay rebeldía, hay un estilo coherente con lo que hemos vivido las que casi llegamos -divinamente!- a los 40.

"Yo me niego a cambiar mi telefono, que solo tiene teclas para llamar y para mandar mensajes de texto. Me rehuso ferbientemente a la blackberry y al Iphone. Me niego a estar 100% disponible las 24 hs. No agrego a ningún bichi al messenger ni al skype, me borre del facebook y si fuera por mi solo tendria una dirección de mail. "

En mi caso yo no puedo negarme a la Black-slavery porque me la dieron en mi trabajo y admito que lograron que trabajara desde que abro los ojos y enfoco en su pantallita, hasta que me duermo. Y así a todos. Recuerdo que mi papá, allá lejos cuando salieron los celulares Motorola ladrillo me dijo "con esto nos tienen agarrados a todos". Y creo que fue así. Igual apelo a la potestad de mirar la pantallita o no...

Nuestra charla de amigas siguió y Perlita me contó que con un ex novio mayor que ella y que vivía aquí, España, se comunicaban a través de un cuaderno que escribían "Teniamos unos cuadernos hechos a mano donde cada uno escribía a forma de diario lo que hacia, pensaba, deseos, sueños. Dibujabamos, copiabamos poesías. Cuando el venia yo se lo daba y el lo seguia desde la madre patria para devolvérmelo con lo suyo la siguiente vez. Asi completamos 2 muy gordos, que aun hoy conservo. El me contaba que en la antiguedad los amantes se comunicaban de esa manera, porque ellos partían a las guerras o en busca de comida. Asi mantenian la comunicacion. Eso hicimos nosotros y funciono. Hace poco volvi a leerlos, fue una sensacion tan extraña: ver con que pureza y con que soltura nos escribiamos, las cosas que nos contábamos. Confieso que me genero mucha alegria y mucha tristeza. Por lo que fue, por lo que podria haber sido".

Tanta comunicación a nuestra disposición y tan mal usada, es más yo siento que la globalización, inmediatez, comunicación actual no sólo es una ilusión como esas que se ven por cuestiones ópticas en el desierto si no que están hechas a posta y malogran la esencia y naturaleza de las distancias, de los tiempos y obviamente de la comunicación.

Ayer escuchaba que Macri - algo de la Ciudad de Buenos Aires, me da lo mismo porque no viene al caso, simplemente que es un tipo público- se casó. Y me reía porque en la radio que escucho online decían que se pasaba diciéndole a su novia cuánto la amaba a partir de los posts de Twitter!! Manda cojones dirían acá, el infelíz la tiene al lado pero es más importante el show biz éste de estar mostrando? que la quiere, que la ama posteando en el Twitter.
Delirante.

Hoy me encuentro escaneando mis letras, recreándome y regondeándome en la poesía, poniendo muchas cosas antes que el cuerpo que es básicamente dejarme erotizar, sumergirme en las aguas del encanto. Y esta conciencia ya no depende del otro, si no, de mi misma, de saberme y del disfrute que el enamoramiento produce.

Cuando hablo de medio, es eso y sólo, únicamente eso. Para mi es un medio. Por tercera vez en mi vida dependo de una batería de cosas, de buscarnos o no buscarnos, de la intención, de encontrarme online o de la sorpresa del mensaje offline. Hoy para mi las palabras aladas, son las que acarician, recorren, acompañan, ríen. Claro está que el Skype aproxima mucho más -si deja- uniendo imagen y sonido, pero lo dicho: no ocurre siempre.

La segunda vez empezó en un Mirc, luego pasó al ICQ y al MSN. Para hablarnos recurrimos a los cobros revertidos, los collect calls y a la economía que pagara unos billetes de vuelo. Este periplo desencadenó en una gran historia de amor de esas que marcan profundamente. De amor y con todo el subidón y todo lo opuesto.

La primera - no era mi intención marearlas pero salió la segunda primero que la propia primera! - fue MSN y teléfono, y un encuentro breve en un punto intermedio geográfico, que bien podría haber sido las Islas Ascencion, pero fue Londres.

Para mi son medios, que los impregno de humanidad pero tienen su fecha de caducidad. El encuentro es inminente o no se sigue. Claramente tiene un carácter epistolar. Casi y ayer una momento de este compartir me hizo pensar, que era mejor escribir cartas y escanearlas. Eso es un mail. Eso es rápido pero tiene la forma de cada uno. Al final la caligrafía tiene eso tan propio de cada uno como la cintura, las caderas, ese lunar que más de uno lo hubiese sacado pero ahí está como un acento de nuestra personalidad.

Ahí soy también de casi cuarenta. Quiero todo eso: comunicación pero con sello propio, y recibir noticias del otro con casi, su perfume, y que todo eso se epílogo del encuentro porque, ante el cuerpo, ante la presencia no hay reemplazo. Tendré mi portátil, mi blackberry pero soy de las que llevan una libreta para escribir las palabras que resuenan por algo, ideas, versos inconexos. Soy de las que en la mesa de luz tienen un cuaderno que garabateo y a veces me lanzo a compartirlo.

"Todo lo que supe de ti lo aprendí en los libros
y a lo que faltaba, yo le puse palabras"- Cristina Peri Rossi.

Perla encantadora, soñó una noche con una cena, cuidada, llena de detalles. Estaba una rica ensalada, estaba ella en espera, estaba el comensal.

Este, no devolvió el detalle: olvidó el compartir y a medio metro de ella, le dedicó 40 minutos a un mail pendiente. Ya era tarde. Perla se fue a dormir.

Qué distinto a lo que se espera, e insisto, no son ellos, ni ellas, no so los otros, es una en ese despojo, en esa devastación que da ganas de decir "no entendiste nada". Es esa indiferencia que dista de sostener al otro aunque sea con un relato, demorarse escuchándolo porque lo que pasa con el otro, en cierta manera nos atraviesa.

En España hay una frase, fuerte si las hay: "tonterías las mínimas". Y si, para que generar distancias cuando se supone que la intención primaria es la proximidad.




No hay comentarios:

Publicar un comentario